Allardyce lamentó su despido y criticó a la directiva afirmando que no se le dio tiempo suficiente para poder ser juzgado. Pese a la construcción de un equipo aparentemente fuerte, Sam Allardyce fue despedido a mitad de temporada debido a la tensión con los jugadores, la afición y los resultados negativos. Ashley se defendió afirmando que desde el primer momento de la temporada no se tomó el cargo con seriedad.