El F. C. Barcelona mantiene una fuerte rivalidad futbolística con el Real Club Deportivo Espanyol, equipo de la ciudad de Barcelona. También cabe anotar los incidentes acaecidos en 1925 cuando el gobierno de la dictadura de Primo de Rivera cerró el estadio de Las Corts durante seis meses y obligó a dimitir al presidente Hans Gamper a causa de los silbidos con los que la afición barcelonista recibió la interpretación de la Marcha Real en los prolegómenos de un encuentro.