Es una de las prendas más típicas del buen tiempo, sobre todo cuando toca ir algo arreglado a trabajar o a algún evento. Cuando Thierry Gillier la creó en 1997, Zadig & Voltaire (el nombre se debe a Zadig, uno de los personajes del filósofo francés Voltaire) empezó a hacerse popular gracias a sus prendas de cashmere a precios razonables.