O el segundo más nombrado, el lateral también australiano Jonathan Alcorace, que pasó diez años en la academia y se movió solo entre equipos controlados por Genova. Cuando Francisco Franco llegó al poder, la selección catalana pasó a un segundo plano. Con la centralización del sistema político, se desechó cualquier posibilidad de reivindicar la posibilidad de que Cataluña jugara de forma independiente. Debido a que los campeonatos profesionales de fútbol se habían paralizado en todo el país, equipacion tottenham el combinado catalán jugó partidos benéficos en favor del bando republicano.