Una respuesta a este teórico dilema es ser conscientes de que el consumidor tiene voz camiseta belgica mundial 2022 además de dinero. Huerta puso un pase que Dinenno no pudo rematar, y fue el propio César quien llega al rebote para hacerlo efectivo. Como explica Ellen Ruppel Shell, autora del libro Cheap: The High Cost of Discount Culture (Barato: El alto costo de la cultura del descuento), publicado en 2009, «la forma más fácil que tienen las empresas de ropa de minimizar sus costos de producción es reducir los costes laborales, pero si los consumidores protestan y exigen con la fuerza suficiente, camiseta belgica las empresas acabarán pagando mejores salarios y mejorando las condiciones de trabajo».