Sin embargo, el que se ha metido a la afición en el bolsillo, el que se lleva las ovaciones y el que mejor encarna los valores del coraje y corazón es Reinildo. Vestida durante la Copa del Mundo de 1978, esta camiseta vio cómo Brasil mantenía su récord como el único equipo que entró en todas las finales de la Copa del Mundo (sin ganarlas).